Echo de menos la sensación de grandeza que supone recibir el balón en el medio campo de un gran estadio; ese momento en el que uno para el esférico, lo conduce y combina finalmente; vivir esos segundos en que son otros, miles, todos, los que te miran a ti por un instante... miradas de gente anónima con sus bufandas en los hombros, y de grandes jugadores que rodean tu momento en un verde de primera división… cuando sólo tú eres el centro del juego, porque el balón es tuyo… y la camiseta de la Unión y su escudo sirven de segunda piel al instante.
Echo de menos el abrir la prensa del día siguiente y comprobar que algún fotógrafo recogió ese momento…y analizar los rostros de todos los que me seguían con su mirada…
Para los que nunca fuimos futbolistas, y nunca paramos el balón en ningún medio campo… las imágenes del pasado me sitúan en lugares donde nunca estuve…
Con diecinueve años de diferencia, Ángel de los Santos y Diego Latorre fueron ese centro de las miradas en el mismo recinto, con la misma camiseta y rodeados de jugadores, grandes, del At. Madrid en ambos casos y al día siguiente dos fotógrafos eligieron su momento para llevarlo a sus páginas en color con casi veinte años de diferencia.
Hace poco llegaron a mi poder ambos ejemplares…y soñé con tocarla, y soñé con ser observado por 40.000, y soñé con vestir la camiseta de la Unión y ser fotografiado…