...recuerdos de aquel niño que leía los libros de Gil Pérez en el viejo sillón de La Vega, aquellos recortes amarillos en el armario, aquellas tardes en la fría piedra del estadio, aquellos sueños, pensamientos y deseos que tuve desde aquella grada que fue mía, DESDE MI GRADA VIEJA...

lunes, 29 de abril de 2013

En un detalle...

No es fácil en el fútbol poder transmitir la esencia de un jugador en una sola imagen.
Algo más fácil lo hace, eso sí, si dicho jugador fue admirado y observado al detalle, por uno mismo, desde la grada del Helmántico cada jornada.
Por lo que, así, siempre hay alguna acción, toque, pase o gol; que surge desde la memoria mucho más clara, por delante de muchas otras, cuando su nombre se hace actualidad y se merece recordar su pasado.

A Antonio Díaz Jurado (1969-2013) lo vi jugar en todos y cada uno de los partidos oficiales que vistió la blanquinegra en el Helmántico y por él sentí la predilección de aquel que con diecisiete años observa cada domingo a uno de los jugadores con más clase que pisó el césped salmantino en las últimas dos décadas.

Cuando el sábado me enteré de que Antonio nos había dejado, no fueron ninguno de sus seis goles los que primero me vinieron a la mente; ni siquiera el de la "manita" en el Belmonte; ni aquel de falta directa al Valencia por la escuadra en Copa; ni ninguno de sus pases largos, de exterior, que tantas veces encontraron a Quico o a Barbará para sólo encarar al portero... me vino a la mente otra, un detalle, una jugada a la que sólo le sobró la mano del portero y que viví sobre la portería de Fondo Norte aquella tarde del 94 y cuya calidad emocionante me acompañó en mi memoria desde entonces...
Un detalle, que es una gota entre el caudal que fue la calidad de este rubio madrileño, que surgió el primero en mis recuerdos, y sirve como pequeño homenaje del Blog a un jugador de clase, que se marchó... pero sigue viviendo en nuestra historia.



Descansa, Antonio.


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